Se le dice a alguien cuando está sin pilas, medio arrastrado, con una fiaca tremenda o directamente bajoneado. Es como decir que pesa una tonelada y no tiene ganas ni de moverse, menos de hacer algo. Muy de charla cotidiana, con tono de cargada suave entre amigos. Y sí, suena a reto con cariño.
"Dale, Rodri, levantate que arranca el partido. Estás hecho un peso, culiau, y después te quejás de que no salimos nunca."