Se usa cuando alguien está reventado del cansancio, todo adolorido y sin ganas de nada, como si lo hubieran apachado contra el suelo. Es ese punto en que el cuerpo ya no da más y solo querés cama, comida y silencio. Muy de cuando venís de una chinga brava y quedás medio inútil, pero con dignidad.

"Vos, después de ir a traer leña, regar el milpero y aguantar al patrón todo el día, quedé hecho tecla, ni para ir a la tienda por unas chelas me da el cuerpo."

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