Se usa para decir que alguien anda sobrado de ego, inflado como un pavo real, creyéndose la última Coca Cola del desierto. Es esa persona que después de un logro ya no saluda, se mira al espejo cada dos minutos y actúa como si todo el mundo estuviera ahí solo para aplaudirle. Y hay que admitir que a veces hace gracia verlo.

"Desde que ganó ese concurso de canto en el pueblo, el man anda todo filotao, llega tarde a los ensayos y hasta pide camerino con aire acondicionado y agua fría de marca"

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