Se usa para decir que alguien está ido, distraído o metido en su propio mundo, como si estuviera pegado a una novela y no oyera ni los bombos de un carnaval. Es esa persona que mira al horizonte, se le habla y ni contesta. Muy útil para bajar a la tierra a los despistados, aunque a veces da hasta ternura.
"Óyeme, Ramón, aterriza que estás más ido que mototaxi sin gasolina, mijo, pareces como si estuvieras en un libro y aquí todo el mundo corriendo con este solazo."