Se usa para decir que alguien está volando en su mundo, colgado en la luna, tan distraído que ni pesca lo que pasa alrededor. Es como si fuera flotando por un estero lleno de ideas raras y pensamientos fumados. Muy de la volá sureña, y la verdad es que suena hasta poético cuando no desespera.
"Oye, le conté a la Cata que casi incendio la cocina y estaba tan en la volá del estero que solo dijo bacán y siguió mirando las nubes como si nada."