Se usa para decir que algo está heladísimo, de esos fríos que se te mete hasta los huesos y te arrepientes de no traer suéter. También se aplica cuando una persona anda distante, cortante o te ignora bien feo, como si te aventara un cubetazo de hielo emocional. Es muy de acá y la neta suena sabroso aunque pique tantito.
"No inventes, el salón de clases estaba de hielos y la maestra igual, ni una sonrisa nos echó en toda la mañana."