Se usa para hablar de la persona que siempre vive de la generosidad ajena, que cae a todos los planes pero nunca pone un dólar. Come, bebe, disfruta y jamás se acuerda de pagar nada. Es como el clásico gorrón de confianza, ese que todos conocen y aún así siguen invitando, quién sabe por qué.
"Ese man siempre está de gorrete, llega a la parrillada con las manos vacías y termina llevándose hasta la carne que sobró para la casa."