Se usa para hablar de alguien que está encantado con la vida, disfrutando a tope y sin preocuparse por nada. Es como decir que la persona está en su salsa, rodeada de todo lo que le gusta y sin ganas de moverse de ahí. Vamos, que está feliz como una perdiz y se le nota a kilómetros.
"Desde que a la Pili le ha tocado el viaje a la Manga, está como una abeja en un tarro de miel, va por la uni con una sonrisa que ni después de tres exámenes seguidos se le quita"