Se usa para decir que alguien está súper perdido, mareado o medio ido, como en otra dimensión. Es como cuando tienes harina por todos lados en la cocina y ya no cachai qué estás haciendo. Se aplica tanto para resaca como para cuando alguien anda volando bajo. Y hay que admitir que la imagen es bien buena.
"Después del carrete del finde, la Maritza llegó a la pega como harina, caminando en cámara lenta y preguntando dónde quedaba hasta el baño que usa todos los días."