En Asturias llamar a alguien babayu es decirle que está siendo medio tonto, ingenuo o que se entera de poco. Estar babayu es ir por la vida empanado, con la cabeza en otra parte y cara de no haber roto un plato. Suena suave, pero lleva su buena colleja cariñosa incluida, todo muy de chigre.
"Tate quietu, home, que saliste de casa sin llaves otra vez. Estás babayu perdido, al final vas dormir en el felpudo del portal."