Se usa cuando ya traes un hambre tremenda y el estómago parece bocina de carro viejo, haciendo ruidos raros y exigiendo comida. Es como decir que ya te anda por comer algo bien sabroso porque la panza no perdona. Y la neta, cuando ruge la panza, cualquier antojito se siente como banquete de lujo.
"Compadre, si no llegamos ya a los tacos, mi panza va a empezar a rugir más fuerte que la banda del malecón en sábado por la noche."