Se usa para decir que alguien es más resbaloso que piso recién trapeado con detergente barato, que siempre se las ingenia para zafarse de problemas o responsabilidades. Es el típico personaje que nunca da la cara, se escurre de todo y encima queda como santo. Es medio admiración, medio reclamo, y hay que admitir que a veces da hasta risa.
"Oye, el Pancho otra vez le echó la culpa al perro por llegar tarde al trabajo, el jefe le creyó y todos quedamos de payasos, ese loco es un paquete de aceite pero brígido"