En Honduras se usa para cuando alguien se cree sus propias mentiras, se infla el ego o se convence de que es más de lo que realmente es. Es como autoengañarse y andar de creído, vendiéndose como la última Coca-Cola del desierto sin serlo. A veces da risa, pero también puede ser bien pesado.
"No te engrupas, vos apenas sabés freír un huevo y ya andás diciendo que sos el mejor chef del barrio, calmate que ni sal le echaste a los frijoles."