En Santiago del Estero, decirle a alguien chango bonito es tirarle un piropo bien norteño. Puede ser porque está fachero, porque tiene una figura que llama la atención o simplemente porque entra simpático por los ojos. Suena cariñoso, medio pícaro y bastante de confianza. Eso sí, mejor usarlo con gente que no se ofenda fácil.
"Eh chango bonito, con esa facha y ese bailecito medio duro igual levantás en el baile, las changas te siguen hasta cuando vas a comprar tortillas"