En El Salvador se usa para decir que alguien comió tanto que quedó con malestar en la panza, pesado, con ganas de aflojar el botón del pantalón y no moverse del sillón. Es como pasarse de lanza con la comida y luego andar quejándose. A todos nos ha pasado y casi siempre prometemos que será la última vez, pero nunca es cierto.
"Vos, en la fiesta de anoche me zampé tanta pupusa con curtido que quedé bien empachado, ni podía bailar la última cumbia del DJ."