Se usa cuando algo que se supone serio termina convertido en una guachafa total, o sea, en relajo, chiste y cero productividad. Es como que la vibra fiestera se contagia y ya nadie se concentra en nada útil. Todo el mundo se ríe, se distrae y la tarea importante queda pa' después, con toda la cara bien lavada.

"Chamo, íbamos a hacer el trabajo final en casa de Luis, pero pegó el efecto de la guachafa, terminamos echando cuentos, armando karaoke con vallenato y reguetón viejo y nadie abrió la laptop."

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