En Cuba se usa para hablar de ir a la playa o al río con lo justo, casi sin dinero, a pasar el día tirado en la arena y refrescarse un poco. Es ese plan playero medio arrancado, con pan con croqueta, agua fría en pomito y mucha inventiva. Básicamente, disfrutar del mar aunque el bolsillo esté en números rojos.
"Asere, estoy pelado pero con este calorón hay que vivir, vamos pa’ la playita a echarnos un raspaíto con pan con croqueta y un pomito de refresco tibio, que igual se goza."