Expresión costeña para hablar de una siesta corta pero bien profunda, casi siempre después de pegarse un buen almuerzo. Es como decir que el cuerpo se rinde y uno se deja caer contra la pared del sueño, sin pelear. Es muy de clima caliente, brisa rica y barriga llena, y la verdad es que suena sabroso solo de oírlo.

"Parce, después de ese sancocho con guandú quedé doblado, me voy a echar la pared un ratico con el ventilador a to' taco y luego sí miro qué fue lo que escribió el jefe por WhatsApp."

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