Expresión boricua para decir que alguien se tira a descansar con toda la calma del mundo, como quien se derrite en el mueble y se deja ganar por la pereza. Es ese momento en que el cuerpo se pone pesado, la mente se apaga un poco y uno decide oficialmente no hacer más nada productivo por un buen rato.
"Papi, hoy es viernes de cobro, me jarté de mofongo y ahora me voy a echar la masa en el sofá con el abanico en la cara hasta que se acabe la novela de las nueve."