Se usa cuando alguien mira algo con ganas pero también con desconfianza, como quien sospecha que hay truco detrás de tanta belleza. Es como vigilar de reojo algo que pinta bien pero huele raro. Muy de cuando ves una oferta, una persona o un negocio que brillan demasiado para ser tan perfectos.

"Marico, cuando vi esa promo de viaje a Margarita tan barata, le eché un ojo a la trucha primero, porque esa vaina sonaba más a estafa que a vacaciones."

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