Expresión muy caraqueña para decir que alguien le pone ganas, fuerza y determinación a hacer ejercicio o cualquier actividad física en el parque, aunque esté cansado o con flojera. Es como obligarse a activarse y no quedarse tirado en la cama. Suena a regaño cariñoso y a motivación de barrio, y la verdad es que tiene bastante sabrosura.
"Tenía una flojera que ni te cuento, pero el pana me escribió temprano y terminamos echándole pichón en el parque hasta quedar reventados pero felices."