Se usa cuando alguien se pone a hablar largo y tendido para convencer, engrupir o medio manipular a otra persona, ya sea para pedir un favor, justificar una cagada o venderte una idea. No es solo presumir, es soltar labia con cariño o con maña. A veces funciona y a veces cansa, pero tiene su encanto cuando se hace bien.

"Mamá, no te arreches, déjame echarte la charlita primero y vas a ver que me vas a prestar el carro pa’ ir a la rumba con los panas sin problema."

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!