Se usa para decir que vas al bar a tomar un zurito, o sea, un vasito pequeño de cerveza típico de allí. La gracia es que suena a plan inocente de un momento y muchas veces acaba en ruta de bares bastante seria. Es ese autoengaño cariñoso de voy y vuelvo en nada, pero luego se lía.
"Le dije a mi ama que iba a echar un zurito con los colegas y acabamos encadenando pintxos, risas y birras hasta que cerraron el último bar del barrio."