Expresión muy asturiana para hablar de cuando alguien monta un buen berrinche, se queja a gritos y arma ruido como si estuviera tirando todos los cacharros de la cocina. Es protestar con ganas, con teatro y sin cortarse un pelo. Vamos, que cuando uno echa la cacharrada se entera hasta el vecino del quinto.
"Fui con mi güelu al médico, le dijeron que tenía que dejar el chorizu y empezó a echar la cacharrada en la sala de espera, todo rojo y bufando como una locomotora de la mina"