En el Meta se usa para hablar de cuando alguien se relaja a lo grande, descansa sin remordimientos o se hace el perezoso, sobre todo si ya está entrado en años. Es como decir que está disfrutando la vejez a su ritmo, sin afán, tirado por ahí mientras el mundo corre. Y la verdad, suena hasta envidiable.
"Desde que le salió la pensión, mi papá no hace sino echar canazo en la hamaca, oyendo llaneras y mandando por WhatsApp cadenas de buenos días con florecitas."