Se usa cuando necesitas que alguien te ayude con algo que se te está yendo de las manos, desde un favorcito inocente hasta sacarte de un buen lío. Es como pedir refuerzos porque tú solo no llegas. Suena bastante suave, pero según el tono puede ser súplica, colegueo o pura desesperación, y la verdad es que se usa muchísimo.
"Échame un cable, ñangui, decile a la profe que estoy con chuchaki mortal y que si voy a clase hoy me desmayo ahí mismo en el pizarrón."