Se usa cuando dejás algo impecable, bien prolijo y brillante, casi como nuevo. Puede ser un auto, una casa, unas zapatillas o lo que sea que hayas limpiado, arreglado o tuneado a fondo. Es como decir que quedó tan lindo que da cosa usarlo. Y hay que admitir que la imagen del caramelo tiene su encanto.
"Mirá cómo quedó la nave, papá, le metí lavado, cera y aspiradora y lo dejé como caramelo, el vecino ya salió a chusmear pensando que me compré auto nuevo"