En Chile se usa para decir que algo salió perfecto, mejor de lo esperado, sin ningún problema. Es como decir que todo calzó justo, que quedó filete y no se podría haber armado mejor. Se aplica a planes, fiestas, trabajos o cualquier situación que termina saliendo redonda, y la verdad es que suena bastante simpática.
"Pensé que el carrete iba a ser piola, pero al final salió de perilla: llegó hasta el vecino con la parrilla y terminamos bailando hasta las seis."