Expresión muy usada para hablar de alguien que insiste sin parar con un tema, petición o queja hasta resultar pesado. Es como taladrar la cabeza a la gente con lo mismo una y otra vez, hasta que el resto acaba agotado o harto. Vamos, que cuando te dan la matraca te entran ganas de huir discretamente.

"Tía, deja de darme la matraca con que me apunte al gimnasio, que bastante tengo con sobrevivir a los lunes."

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!