Se usa para hablar de ponerse bien con la comida, como entregarse sabroso a la merienda o botanita, sobre todo si hay antojitos de la región. Es como decir que ya toca atascarse rico, sin culpa y con toda la calma del mundo. Suena a plan de tarde con banda, hamaca cerca y barriga feliz.
"Ya saliendo de la chamba vamos a la casa de Doña Mary a darle al cuchito con unos panuchos, salbutes y una agüita de chaya bien fría."