Se usa cuando algo sale tan mal que no solo es un fracaso, sino que hasta duele en el ego. Es como decir que la cosa fue un golpe directo al orgullo, una embarrada monumental que uno preferiría olvidar. Suena medio dramático, pero tiene su gracia cuando lo cuentas entre risas con los panas.

"Invité a la pelada que me gusta a comer mondongo y se me quemó todo, eso fue un dar lesión tremendo, tocó pedir empanadas en la esquina para salvar la noche."

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