En Ecuador se usa para decir que alguien contradice o se opone a lo que dices, muchas veces solo por llevar la contraria y armar debate gratis. No siempre es mala leche, pero cansa cuando lo hacen todo el rato. Es como ese pana que nunca está de acuerdo con nada, aunque sepa que tienes toda la razón del mundo.
"Ñaño, ya ni te cuento mis planes porque siempre me das la contra, hasta cuando te digo que el agua moja."