Expresión santiagueña que se usa para hablar de la siesta cuando el sol pega tan fuerte que parece que te derrite como si fueras manteca. Es ese rato sagrado en que el calor te aplasta, baja la persiana mental y el cuerpo entra en pausa total. Y la verdad, con ese horno encima, la siesta se vuelve religión.
"Che loco, cerrá la puerta y apagá la tele, es hora de la crema del sol y si no duermo esta siesta mañana no me levanto ni con bombos y chacarera a todo lo que da"