Se usa para decir que alguien va a estudiar a lo bestia, metiéndole horas y cabeza como si se tragara el libro entero. Es esa etapa previa a los exámenes donde desapareces del mapa, vives a café y apuntes, y tu vida social queda en pausa total. Y sí, suele doler pero luego se celebra.
"Hoy no salgo ni a la esquina, causa, me toca comer libro todo el día porque mañana rindo y si jalo mi vieja me cuelga."