En Junín decir que alguien es un charango es llamarlo confiado, agrandado y medio fanfarrón, como que se cree la última chela del refri. Viene del instrumento musical, pero acá la idea es que la persona hace bulla, quiere llamar la atención y se luce de más. A veces cae bien, a veces provoca decirle que ya baje un cambio.
"Mira a la Yessenia, bien charango nomás, entra a la reunión tarde, saluda a todos como artista de novela y encima dice que sin ella la fiesta es un velorio."