Forma muy coloquial de decir que hay que trabajar con ganas, meterle esfuerzo y no aflojar, casi como si se fuera a acabar el mundo. Se usa mucho cuando toca chingarle sin quejarse, ya sea en la chamba formal o en cualquier jale que salga. Y sí, suena más sabroso que decir simplemente trabajar.
"Ya ni modo, compa, alístese el cafecito porque hoy nos va a tocar chambearle macizo hasta que el jefe deje de estar chingando."