Palabra bien trujillana para hablar de esas historias de peleas que suenan más a película que a vida real. Son relatos llenos de drama, golpes imposibles y hazañas que nadie vio, pero que el narrador jura por su mamita. Básicamente, cuando alguien se pone fanfarrón inventando o inflando broncas que nunca pasaron así.
"Otra vez el Chato contando su chacomería de cómo tumbó a tres choros en la esquina, si ese pata se tropieza solo bajando de la combi"