Se dice cuando algo te hace reír tanto que ya no puedes más y quedas doblado de la risa. Es como si te comprometieras con la carcajada y no hubiera vuelta atrás. Se usa cuando la situación es tan ridícula o graciosa que todo el mundo termina llorando de risa. Y la verdad, cuando pasa eso, da gusto.
"Hermano, cuando el Choco se resbaló en la pista y siguió bailando en el piso, nos casamos de risa, casi tiramos la mesa con tanta carcajada."