Se usa cuando algo es tan épico, intenso o inolvidable que parece sacado de una serie y merece su propio capítulo. Puede ser una fiesta legendaria, un chisme del barrio, un viaje que se fue de control o hasta el juicio del vecino chismoso. Es como decir que fue tan brutal que queda para la historia, y encima da risa recordarlo.
"La juerga de anoche fue un capitulón, el Leo se subió a la mesa, se creyó reguetonero famoso y al final nos botaron del local a patadas"