En Santa Cruz decimos cambearse cuando alguien cambia de opinión, de postura o de bando con una facilidad tremenda, como quien se cambia de polera. Es ese pana que hoy jura una cosa y mañana ya anda diciendo lo contrario sin despeinarse. A veces da risa, a veces da rabia, pero siempre es bien camba la jugada.
"Mi primo ayer renegaba que odiaba bailar y hoy está camba en la fiesta sacando pasos como trompo, se lo vive cambiendo el chango según quién le invite la birra."