Se usa para hablar de esos momentos en que uno se siente trancado por dentro, dando mil vueltas a lo mismo y sin ver salida. Es como quedar pegado en un dramón interno, con celos, dudas y nostalgia mezclados. Muy de novela venezolana, pero dentro de la cabeza. Y sí, a veces provoca cambiar de canal, pero no se puede.
"Chamo, desde que terminé con Mariana ando en un callejón emocional, escuchando baladas viejas en la camionetica y creyéndome protagonista de novela barata."