Expresión que se usa para describir un café tan cargado y potente que te deja temblando más que abrazar a un pingüino en pleno invierno neuquino. Es como un golpe de energía directo al sistema, de esos que te acomodan las ideas de una patada. Ideal cuando estás hecho trapo pero igual tenés que seguir funcionando, aunque después no pegues un ojo.

"Anoche me quedé viciando hasta las cinco y hoy en la oficina estaba hecho zombie, así que me bajé un café al palo y quedé más acelerado que colectivo neuquino bajando del cerro sin frenos"

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!