Se usa para vacilar a alguien que anda distraído, lento para entender o en su propio mundo, como si tuviera la cabeza metida en un charco viendo burbujitas en vez de lo que pasa alrededor. No es un insulto pesado, es más bien una burla cariñosa entre panas, aunque si lo sueltas con mala leche también puede picar un poquito.

"Mira, cabeza de charco, te expliqué tres veces la vaina y todavía no agarras, ponte las pilas antes de que el jefe se arreche de verdad."

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