Se usa para decir que por más que alguien se arregle, se ponga ropa cara o intente aparentar algo distinto, en el fondo sigue siendo la misma persona de siempre. Es como recordarle que el envoltorio no cambia el contenido, y a veces se suelta con bastante mala leche, pero también con bastante gracia.
"Ese pata ahora va a la oficina con terno y maletín, pero aunque la mona se vista de seda sigue siendo el mismo figureti de siempre del barrio"