En el Tolima, artañar es comer hasta quedar reventado, pero feliz, como cuando te sirven plato tras plato y tú sigues dándole sin pena. Es darse un banquete sabroso, con toda la gula, desde tamal bien cargado hasta lechona grasosita. Es comer con antojo, con hambre y con cero remordimiento, que para eso se hizo la comilona.
"Parce, hoy donde la tía hubo tamal, lechona, natilla y buñuelos, quedamos tan artañados que tocó acostarse en la hamaca a ver pasar las gallinas"