Se usa para hablar de cuando te tiras al sol sin ninguna culpa, a puro flojear y dejar que el día pase. Es como rendirse a la modorra después de comer, quedarse tirado en la terraza, en el patio o en la playa, sintiendo el calor rico. Básicamente, cero productividad y máximo relajo, que igual tiene su encanto.
"Terminamos el asado con la guata llena y cero ganas de movernos, así que nos arrancamos al patio y nos quedamos arranchados al solcito, puro pelando y cabeceando hasta que ya casi anochece."