Expresión muy usada para decir que alguien sale corriendo a toda velocidad, casi sin pensarlo, para huir de un problema, un regaño o una situación incómoda. Es como decir que uno se esfuma en dos segundos, con más impulso que ganas de quedarse a dar explicaciones. Y hay que admitir que suena bastante graciosa cuando se usa bien.
"Cuando vi que venía mi jefe con cara de pocos amigos y la carpeta de reportes atrasados, arranqué pata y me desaparecí por las escaleras como si regalaran empanadas abajo."