Expresión que se utiliza cuando alguien arma un escándalo innecesario o hace mucho alboroto por algo trivial. Como para contratar payasos y vender palomitas.
"No te pongas a armarme el circo nomás porque llegué tarde cinco minutos, ¡tranquilízate!"
Se usa cuando alguien hace un escándalo innecesario por una bobada, se pone melodramático y convierte cualquier cosa en novela. Es como si montara todo un espectáculo con drama, gritos y quejas por algo mínimo. Muy útil para bajarle los humos a la gente exagerada, aunque a veces el show tiene su gracia.
"Parce, deje de armar un circo porque le tocó lavar los platos, que ni que estuviera desactivando una bomba, y más bien agradezca que aquí hasta le sirven la comida calientica."