En Puno se usa para decir que vas a hacer una visita rápida y relajada a la casa de alguien, casi siempre sin avisar. Es como caer de sorpresa para chismosear un rato, tomar algo caliente y ver qué se arma. A veces dices que solo vas a apichar un ratito y terminas quedándote medio día, pero así es la vida bonita.
"Oye, después del mercado vamos a apichar donde la tía Juanita, de paso cae un caldito de mote, un quesito frito y nos quedamos rajando de los vecinos hasta que oscurezca"