Se usa para decir que alguien anda de malas, bien ácido, contestón o con cara de pocos amigos, como si todo le molestara y la vida le hubiera exprimido hasta la última gota. Es muy de Puebla y alrededores, y suena suavecito pero todos entienden que mejor no andarle picando la cresta.
"No le vayas a pedir aventón a Toño, hoy anda bien limonero porque se quedó sin datos y encima el camión lo dejó tirado en plena lluvia."